miércoles, septiembre 06, 2006

Pasado, presente, futuro...

(Escrito el 18 de Diciembre de 2005)

Hoy ha ganado el Estu, y después de unas cervecitas, he cogido el bus para volver a casa. Me gusta que me lleven de un lado a otro, me gusta sentarme y mirar las cosas pasar, sin ninguna preocupación, pensando en lo que me apetezca, en lo que normalmente no te da tiempo a pensar.
Lo primero que he pensado ha sido en el año que viene, no sé donde que voy a estar haciendo, no sé si la vida de estudiante se habrá acabado, no sé ni donde voy a estar, quizás no este ni en este continente, quién sabe. Las puertas del futuro parecen muy bonitas de lejos, pero a medida que se van acercando cambian, demasiado rápido, como demasiado rápido han pasado estos últimos cinco años de mi vida. Nunca pensé que podría sentirme viejo siendo tan joven.
Ése fue mi segundo pensamiento. Éstos últimos años y cómo cambia la vida, o más bien como hacemos que cambie a base de errores y tropezones, salpicados con algún que otro acierto. Recuerdo como si fuera ayer cuando entré por primera vez a dar clase en la Escuela de Minas de Madrid, el 12 de Octubre del 2001, de cómo me perdí para encontrar el aula 11, y como fuí a darme con ella. Me senté detrás de un gupo de chavales, "parecen majos" pensé, y acerté.
La segunda clase fué Dibujo I, me senté atrás y un chaval me preguntó "oye, ¿tú eres nuevo...? es que la semana pasado no vine a clase...". Cinco años después nos aguantamos el sueño cada día a las 8:30 de la mañana en Diseño de Explotaciones Mineras.
Parecía que una mala época pasaba, y después de alguna gilipollez más por mi parte, pasó, tardó, pero pasó.
Cinco años dan para mucho: tardes en casa de Ritxi en segundo, Alicante, tercero con su viaje de Laboreo, el primer concierto de Deskicio, el segundo, el tercero, el viaje de Explosivos en cuarto...
No sé por qué, pero me dió por pensar en que tengo ganas de irme a otro lugar, como si por alguna razón empezara a sentirme fuera de lugar, cansado de que me ocurran las mismas cosas todas las mañana, de los mismos encuentros inesperados, de pisar los mismos lugares. Empiezo a pensar que necesto aire nuevo contra mi cara que me haga despertarme de una vez, que quizás me haga echar de menos lo que ahora me cansa, no sé si quiero que sea permanente, pero si por lo menos temporal, quiero aprender cosas nuevas.
Y cuando quise darme cuenta, casí me había pasado de parada, me levanté y salí casi corriendo del bus. No sé por qué, pero después de todo, tenía ganas de llegar a casa.

No hay comentarios: