domingo, octubre 29, 2006

La Manifestación contra la pobreza...


El balance personal que puedo sacar de la manifestación contra la pobreza que se celebró por las calles de Madrid es, por lo menos, esperanzador. Mucha gente, de todas las edades y de muy diferentes condiciones se reunieron alrededor de un mismo sentimiento, más allá eslóganes u organizaciones. Y ningún partido político a la vista en la convocatoria(Excepto IU, cuyos candidatos fueros, en fin, otro acto electoral más...)

No sé cuanta gente acudió, la verdad es que al llegar la cabecera a Sol la marcha parecía que llegaba mucho más atrás, llenado los carriles centrales de la calle y parte de los laterales, pero me animó ver a gente de toda clase, ideologías o creencias unidos, con un mismo fin. Este mundo no nos pertenece a nadie en concreto, es la propiedad común de todos, y es nuestra responsabilidad ayudar a quien lo necesite en esta gran comunidad, pero con justicia, no con el dinero como adaliz, señores del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional o señores de la Organización Mundial de Comercio. Hay ayudas de matan. El COMERcio justo no debe ser un lujo, debe ser una realidad de partida hacia la justicia.
Y cierto es que aún así es difícil la labor a realizar, nosotros, los que "exigimos", somos los primeros que debemos cambiar. No podemos exigir justicia cuando nosotros nos comportamos de una manera que, extrapolada a pequeño nivel, es similar a los que tanto criticamos (esto con todos los matices posibles que se le puedan encontrar, pero, en realidad, en muchos casos, creo que sucede así).
Es revelador al hablar de estos temas la repercusión mediática que producen. Que sólo El País publiqué algo relacionado con las movilizaciones de ayer es un síntoma de lo que interesa que se sepan estas cosas, sigue siendo más importante lo que haga Alonso o el Madri$ y el Bar$a. Tampoco he visto nada en el par de telediarios que he visto, ni en muchas webs de relacionadas con movimientos de izquierdas. Otra pequeña vergüenza que se deben apuntar los señores que nos mandan lo que hay que pensar y quienes son los buenos y los malos. Ya se sabe, si no te nombran, no existes. Partiendo de este principio queda claro qué mantiene la miseria.
Por último, con relación al octavo objetivo del milenio dejo un libro interesante: Introducción a la cooperación, publicado por Ingeniería Sin Fronteras y de libre difusión.